Recomendaciones ante una ola de calor

 

 ¿Cómo prevenir sus efectos en los mayores?

Las altas temperaturas del verano son un riesgo muy alto para la salud de
las personas, pero para los mayores lo es todavía más.

Además, en verano se suelen dar olas de calor multiplicando
exponencialmente el riesgo de sufrir una insolación o golpe de calor. Por ello
os vamos a dar una serie de recomendaciones para tratar de paliar los efectos
del calor sobre el organismo, os daremos pautas sobre cómo evitar un golpe de
calor y os contaremos que hacer cuando se comienzan a tener síntomas golpe de
calor.

¿Cómo evitar un golpe de calor en personas mayores?

  • En los días de verano y cuando se anuncie la llegada de una ola de calor
    hay que estar muy atentos a las señales que nos manda el cuerpo ya que la
    insolación o golpe de calor no se da de manera repentina. Por ello os vamos a
    recomendar una serie de precauciones con el objetivo de evitarlo:
  • Para reducir la sensación de calor en el cuerpo evita salir a la
    calle en las horas más calurosas del día. Estas horas son
    entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde. Pasear es muy saludable, pero
    durante el verano es conveniente evitar salir a la calle 
  • Para luchar contra las altas temperaturas podemos cubrir la cabeza
    de los mayores con un sombrero o gorra, usar ropa cómoda de algodón y
    de colores claros. De esta forma reduciremos notablemente la sensación de calor
    en la cabeza y el calor repentino en la cara
  • El sol daña en gran medida la vista, entonces para proteger visión es muy
    recomendable el uso de gafas de sol y permanecer en lo posible en la
    sombra.

Para el cuidado de los mayores, la nutrición es muy importante en verano, aumentando el uso de frutas y
verduras frescas. Es recomendable tomar por lo menos cinco raciones de fruta al
día. Evitar los alimentos muy grasos y aquellos que habitualmente se consumen a
temperaturas elevadas, como guisos y caldos, ya que conllevan periodos de
digestión más largos.

¿Cuáles son los efectos del calor sobre el organismo en las personas
mayores?

El organismo humano vive en un rango de temperaturas aproximado entre los
18º y los 26º que resultan ideales para mantener bajo control el calor natural
del cuerpo, esto es, unos 36º o 37º. Son muchos los factores que pueden
modificar esta temperatura, desde la actividad física hasta enfermedades o
incluso los ciclos menstruales en el caso de las mujeres en edad fértil.

Sin embargo, es la temperatura ambiente que exista en el entorno la que
afecta de forma más cotidiana a nuestro cuerpo a la hora de conservar su calor
ideal. Si el organismo baja de 18º o sube más de 40º por cualquier razón, las
alteraciones tardarán poco en aparecer pudiendo llegar a ser causa de muerte.

Esto ocurre en demasiadas ocasiones durante el verano cuando aparece la ola
de calor y las personas más vulnerables, como son las personas mayores, se ven
expuestos a temperaturas muy por encima de lo que sus cuerpos están preparados
para soportar. En el caso de las bajas temperaturas la persona instintivamente
tiende a abrigarse más para combatir la sensación de frío, sin embargo, en el
caso de las altas temperaturas es algo más complicado. Son muchas las personas
que no conocen los mejores métodos para combatir el calor y evitar que el organismo
ponga en marca de manera natural sus propios métodos de combate para
refrescarse.

El más evidente de estos recursos que presenta el cuerpo de forma natural
es la sudoración. Se trata de un sistema muy eficiente que humedece la piel
para bajar su temperatura. El método es eficiente, pero puede dar lugar a la
deshidratación de una persona mayor que no detecta de forma clara la sensación
de sed.

Hay que saber también que, en entornos con una alta humedad relativa en el
ambiente, el método de sudoración será mucho menos eficiente puesto que la
evaporación del sudor será mucho menor y, en consecuencia, la pérdida de calor
también se reducirá.

Por otro lado, el organismo cuenta con otros métodos para disminuir su
temperatura en momentos de necesidad. Este es el caso de la vasodilatación, es
decir, el aumento en el grosor de los vasos capilares más cercanos a la piel.
Esto aumenta el flujo de sangre hacia esta zona para acercarla al exterior del
cuerpo y conseguir una bajada de su temperatura. Sin embargo, este proceso que
en personas de edad media puede ser altamente eficiente, en personas de
avanzada edad puede suponer un enorme riesgo ya que implica un aumento
considerable de la frecuencia cardíaca.

Es por esta razón que el calor y las personas mayores no son buenos
compañeros y es conveniente tener en cuenta una serie de consejos básicos para
el cuidado de las personas mayores y estar muy atentos a los sofocos en las
personas mayores, a la sensación de calor en la cabeza y en general a la
sensación de calor en el cuerpo. Para evitarlo es importante seguir estas
recomendaciones durante el verano en general y en los momentos específicos en
que hace su aparición la temida ola de calor.

Síntomas del exceso de calor y síntomas golpe de calor

Cuando la temperatura del cuerpo pasa de su límite durante mucho tiempo,
empieza a aparecer una serie de síntomas golpe de calor que dan señales de que
algo no funciona adecuadamente. Las personas que estén cerca de personas
mayores deben conocer estos golpes de calor síntomas en adultos mayores para
prevenir de forma adecuada los efectos de la ola de calor.

  • Cansancio excesivo: Cuando la
    persona comienza a sentir un agotamiento constante y sin causa aparente
    conocida se puede tomar como signo de alarma. El anciano afectado puede
    presentar debilidad, ansiedad, taquicardia o incluso confusión mental. No
    hay que olvidarse de comprobar la temperatura corporal.
  • Calambres: Los músculos se ven afectados por la falta
    de electrolitos que deriva de la deshidratación, el resultado son espasmos
    que causan dolor y que suelen presentarse en las extremidades o en la zona
    abdominal.
  • Golpe de calor: Si no se pone remedio a la deshidratación y
    el agotamiento se puede llegar a este punto y derivar incluso en la muerte
    de la persona afectada. Detectaremos un calor corporal repentino, aumento
    de la temperatura corporal, dilatación de las pupilas, vómitos,
    desorientación y temblores.
  • Calores súbitos: Los calores súbitos o los sofocos en las
    personas mayores están provocados por el exceso de calor y se manifiestan
    en forma de sensación repentina de calor repentino en la cara y cuerpo,
    aspecto ruborizado, ansiedad, sensación de escalofrío mientras el calor
    disminuye

Hay que estar muy atentos a estos síntomas golpe de calor y actuar antes de
que sea demasiado tarde, ya que pueden tener consecuencias fatales

Consejos a seguir para prevenir golpes de calor

Es imprescindible evitar que suceda todo lo mencionado anteriormente y
proteger a las personas mayores en los momentos de más calor. Para ello hay que
prestar especial atención a las personas mayores, aconsejarlos e incentivarlos
de manera adecuada.

Es recomendable que los familiares y los cuidadores de
personas dependientes
 y/o personas mayores con enfermedades
crónicas se aseguren de que sus familiares o pacientes estén bien en todo
momento. Y no sufran calor corporal repentino, sofocos o malestar general con
el fin de garantizar su bienestar durante el verano.

El aumento de las temperaturas, la humedad, el polvo en suspensión o los
índices UV.  son responsables de los temidos golpes de calor, una situación
fácilmente evitable si se aplican las medidas de prevención adecuadas.

Deshidratación en la ola de calor

En caso de ver los siguientes signos de alarma de deshidratación consultaremos
con el médico de forma urgente en el hospital o centro de salud más cercano:

Lo más frecuente es que haya una alteración del estado mental habitual. Se
puede observar confusión, somnolencia o apatía.

  • Las caídas pueden ser otro signo en esta
    edad. El exceso de calor genera cansancio y agotamiento. Incluso con
    las actividades menos exigentes, conviene tomarse las cosas con calma.
  • A diferencia del niño o el adulto joven, la sequedad de la
    piel y las mucosas no son un signo confiable de deshidratación en
    el anciano

Ola de calor recomendaciones para afrontarla

Los líquidos son fundamentales

Hay que procurar que las personas de avanzada edad beban agua de forma
constante. El consumo de líquido debe prolongarse a lo largo del día y también
durante la noche en pequeños sorbos. De este modo la hidratación va siendo
paulatina y eficiente contrarrestando la pérdida de líquido derivada de la
sudoración.

 El exceso
de azúcar se desaconsejan porque no calman la sed y no ayudan con eficacia a la
reposición de líquidos. Incluso el abuso de zumos naturales puede resultar
contraproducente en la dieta de las personas mayores debido a una mayor
concentración de estos azúcares.

En cambio, cuando las frutas se consumen en su estado original, le sacamos
mayor partido a las vitaminas de la piel y a su alto contenido en fibra.
Las vitaminas son necesarias para que, con ayuda del sol, nuestro cuerpo
metabolice mejor determinados nutrientes. La segunda es imprescindible para
garantizar el correcto funcionamiento del aparato gastrointestinal.

A pesar de mantener estas buenas pautas de hidratación, no debemos bajar la
guardia ni siquiera en los días que se presenten menos calurosos. Ante el
más mínimo signo de deshidratación, es recomendable añadir sales minerales y
electrolitos al agua de consumo normal de la persona afectada.

Apostar por los alimentos adecuados


Las comidas son tan importantes como la elección e ingesta de líquidos. Es
conveniente ofrecer a las personas mayores comidas ligeras con gran cantidad de
verduras y frutas frescas. En contraposición, es inadecuado el ofrecimiento de
comidas grasas y muy especiadas que, además, dificultarán la digestión.

Las verduras y hortalizas que se pueden consumir sin necesidad de cocción
(calabacín, lechuga, tomate, cebolla…) conservan un mayor porcentaje de enzimas
beneficiosas para el organismo en relación a aquellas que pasan por un proceso
de preparación.

Pasar la ola de calor en casa

Es clave mantener a las personas mayores en las habitaciones de menor
temperatura. Las zonas interiores se encuentran más aisladas y suelen ser las
que más frescas se mantienen durante el día.

Se debe cerrar las ventanas para que el calor no entre y echar toldos y
persianas para evitar la incidencia directa del sol. Cuando llegue la noche
convendrá aprovechar para ventilar y refrescar.

En caso de usar aire acondicionado, lo importante de cara a un uso
responsable del mismo es no bajar de 24º o 25º en la configuración del aparato
y apagarlo una vez refrescada la estancia. Si se mantiene la temperatura muy
baja o se prolonga el uso del acondicionador durante muchas horas, se pueden
derivar otros problemas de salud.

Cuando salgas a la calle

Las personas mayores no deben salir a la calle durante una ola de calor,
especialmente en las horas centrales del día. Sin embargo, si fuese
imprescindible salir, la persona deberá estar protegida del sol y vestida con
ropa transpirable.

Es muy
importante emplear cremas protectoras de factor de protección solar
alto (SPF 50) tanto en la cara como en el cuerpo. También ayudará el hecho de caminar por la zona de sombra y usar otros
elementos de protección como sombrilla, gafas, sombreros y pañuelos será una
decisión muy positiva.

Remedios caseros para dormir a personas mayores durante la ola de calor

Haz que cene comidas frescas, poca cantidad y unas horas antes de que se
acueste. De esta forma no solo evitaremos su insomnio durante la ola de calor,
sino que también mejoraremos su digestión.

También puedes prepararle infusiones frías de manzanilla, hinojo o
valeriana. Así conseguiremos relajar al mayor y al preparársela fría
reduciremos la sensación de calor en el cuerpo

Puedes hacer que se duche con agua tibia unas horas antes de la hora de
dormir

No te olvides de ventilar la habitación del mayor durante unas horas antes
de que se acueste y dejar abiertas puertas y ventanas

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